Como casi todos los años, la semana siguiente a las
vacaciones de Semana Santa he
estado con mi familia en Benidorm. El viajes lo hacemos de
madrugada y de mientras
mi hermano y yo vamos durmiendo, así que cuando nos
despertamos para desayunar
casi estamos en Benidorm. Aquí solemos ir a un hotel que
está muy bien y que tiene
una piscina cubierta que viene muy bien si algún día llueve.
Este año sólo ha llovido una tarde y los días han sido
soleados. Lo malo es que ha hecho
mucho viento por lo que en la playa teníamos frío.
En Benidorm también estaban unos primos y todas las tardes
salíamos con ellos y con
unos amigos que tenían allí. Lo hemos pasado muy bien.
A las mañanas jugaba al fútbol en la playa usando un balón
que había comprado en
Decatlón y a las tardes, aprovechando que había piscina en
el hotel, nadaba. El jugar a
fútbol en la playa se hace raro porque el controlar el balón
es muy difícil.
Lo malo de estas vacaciones es que, como todas, se acaban y
tenemos que volver.
Aunque, por otro lado, está muy bien el volver a encontrarme
con los amigos.
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